M.

Enero azota al cuerpo con el regreso a la realidad. 
Lo efímero de Febrero. El mes al que le cortaron las alas al nacer. Y cada 4 años se conforma con un privilegio.
Su paso veloz, desapercibido, insípido, frío y gris.
Nadie se acuerda de Febrero en Diciembre.
Las autopistas son mejores en Marzo. Con la aparición intermitente del sol. Que no quema.
Marzo huele a primavera, a colores en las calles, y a un mejor humor generalizado en el vecindario.
Un vecindario que aún sigue azotado por la realidad.
Pero ahora el olor de café recién hecho es más intenso, y las 5 de la tarde menos oscuras.

M está seguro de que todo irá mejor.


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